
La Importancia De La Protecci?n Solar
Desde muy joven, mi abuela me decía que me protegiera del sol. Cortaba artículos de periódicos o revistas que hablaran sobre el dañino poder del sol y me los daba. Yo no le prestaba mayor importancia. Mi piel siempre ha sido muy sensible a los rayos ultravioletas, recuerdo cuando era pequeña y pasábamos el fin de semana en la casa de la playa, mi madre me untaba de bloqueador de pies a cabeza. Yo no entendía porque a los otros niños no les hacían lo mismo, para mí era una absoluta tortura. A pesar de utilizar protección solar, casi siempre terminaba carbonizada en manos de mi querido amigo el sol y luego cambiaba de piel como las culebras. Esto era inevitable.
De adolescente, me echaba a tomar el sol al ritmo de mis amigas más morenas y como era de esperarse, el resultado era el mismo, una piel roja como un tomate, deshidratación y más pecas.
Adoro el sol pero desafortunadamente, con todos los problemas con la capa de ozono, sus rayos se han vuelta más dañinos que en la época de nuestros padres o nuestros abuelos. Hace un año, me salió una mancha en el rostro, apareció de la nada, de un día para otro. Yo soy de piel blanca y tengo pecas en la espalda pero no en la cara. A mí me sorprendió mucho porque a pesar de haber hecho desarreglos, siempre me he cuidado del sol, sobre todo la cara precisamente por ser de piel blanca. Nunca salgo sin protector solar, así esté nublado. Las manchas son terribles para el auto estima y una vez que salen, difícilmente se van. Yo intenté de todo, láser, crema despigmentante, microdermoabrasión… Lo único que logré fue maltratar la piel, irritarla y la mancha siguió ahí. Mi dermatóloga me recetó una crema de corticoide que recuperó la piel maltratada y decidí aceptar la mancha y vivir con ella. Religiosamente me aplico mi protector solar (Factor 50+) y si voy a estar fuera todo el día, me vuelvo a aplicar hacia las dos de la tarde.
El daño del sol sobre la piel es irreparable y para toda la vida. Los rayos UV aceleran el envejecimiento, deshidratan la piel y provocan manchas. Cuando te expongas al sol, SIEMPRE aplícate un protector solar, utiliza una gorra o una sombrilla cuando puedas y nunca te expongas a los rayos UV en las horas de mayor intensidad (11am a 3pm).
Existen muchos tipos de protectores solares, diferentes marcas, diferentes precios, incluso unos de color piel que se pueden utilizar como base. Escoge el que mejor vaya con tu piel y protégete. Unas pocas onzas de protección para tu rostro, mantendrán tu piel más joven y saludable por más tiempo. En el futuro me lo agradecerás porque yo muchas veces lamento no haberle hecho caso al consejo de mi abuela.
Reconocida actriz de teatro, televisión y cine, Ana Soler estudió danza y teatro en Emerson College, Boston, USA. Empezó a interesarse en el estudio del cuerpo a los dieciséis años y ha hecho del bienestar y la salud una manera de vida. Ha practicado y enseñado diferentes modalidades del fitness por más de veinte años. Es entrenadora personal hace quince años y ha colaborado con revistas como Shape, En Forma, Aló, compartiendo sus conocimientos y rutinas. Ha desarrollado un método único de entrenamiento que combina todas las facetas en las que incursionado durante el transcurso de su vida: ejercicio cardiovascular, danza, acondicionamiento físico con pesas, Pilates y yoga. Es la fundadora de www.anasolerfitness.com, un portal diseñado para aquellas personas que buscan incorporar el ejercicio a su vida de una manera natural y orgánica. www.anasolerfitness.com es una nueva forma de vivir el ejercicio. Actualmente reside en la ciudad de Bogotá donde se desempeña como actriz y entrenadora personal.