
Santo Tomas Moro y el Derecho
Introducci?n:
Aqu? yace un moro santo,
en la vida y en la muerte
de la Iglesia muro fuerte
m?rtir por honrarla tanto
fue Tom?s y m?s seguro
fue Bautista que Tom?s
pues fue sin volver atr?s
m?rtir, muerto, moro y muro.
Lope de Vega. Rimas
La ?ltima gran propina de Moro no fue para su verdugo, sino para la humanidad. Cuando se le menciona en bando propio o ajeno las dudas acuden como latiguillos inevitables ?Hizo este hombre alg?n aporte substancial al mundo jur?dico? Una catarata de tinta ha bajado en m?s de una tesis, ensayo o libro. ?Es uno de los precursores de la Criminolog?a como afirma Rodr?guez Manzarena? ?Un contribuidor a la imagen buc?lica del colonizado como afirma Zaffaroni? Lo han cuestionado, sospechado o aplaudido tanto a ?l como a su obra m?s famosa: Utop?a ?Es esta una disgresi?n literaria intrascendente? ?Una obra maestra? ?En qu? ?poca vivi? este buen cristiano? ?Cu?ndo escribi? su relato sobre el mundo del nunca tal vez y por qu??
Ser patrono de los abogados puede ser un oficio duro y como la Iglesia no pudo canonizar a Alberdi (aunque algunos lo sigan intentando) alguien ten?a que cubrir el puesto. Estas y tantas preguntas me llevaron a la conclusi?n de que si bien hab?a ciertos t?picos que, por extensos y profundos no podr?a abarcar, habr?a otros que s?. Otros, que me permitir?an hallar las lecciones que un Moro vivo y actual podr?a donar a los ?paupers leguleyos peccatoribus?. El presente pretende ser un apunte para ensayar un par de respuesta que humildemente acercamos a modo de filial homenaje. Es por ello:
Que no pretendemos:
1.- Extendernos en detalles biogr?ficos en los que otros, con oficio hist?rico, ya se han explayado mejor de lo que podr?amos nos.
2.- Explorar toda la riqueza de este santo sino m?s bien los aportes al campo jur?dico que surgen de su vida y obra. Lo contrario exceder?a los l?mites del trabajo y la sana prudencia.
S? pretendemos:
1.- Que Moro no fue un simple reflejo del conflicto de su tiempo. Moro fue hombre de un solo reino y su coherencia lo llev? al martirio.
2- Que Enrique VIII quien alguna vez fuera un hombre de bien, sufr?a la existencia de Moro como la supervivencia de su conciencia
3- Que Utop?a no es ni una obra menor ni un precedente prerrevolucionario
4- Que Moro fue un precursor, que en materia jur?dica adelant? las bases de lo que reci?n 200 a?os m?s tarde la esclarecida y cafeinada Accademia dei Pugni, (Biffi, Franci, Verri y sobre todo el Marques de Beccaria) podr?a sintetizar.
Durante mucho tiempo la figura del Lord Canciller no fue del todo comprendida y a?n hoy persisten las dudas. ?Por qu?? Porque se lo sigue viendo como a un hombre que debe optar frente a un conflicto . Que debe resolver un dilema complejo. Que debe hallar una soluci?n. Que en definitiva se halla frente a un desaf?o, que a?n debe pensarlo, que a?n duda. Y en rigor, Moro ha optado hace tiempo; la circunstancia es para ?l un accidente, un triste ocurrir que habr? de sobrellevar haciendo honor a su t?tulo; como todo un caballero.
Semblanza de un hombre com?n
?…hombre de idiomas y pr?ctico en el Common Law,
de aguda inteligencia y lleno de imaginaci?n, aunque
aficionado a chanzas que constitu?an desdoro de su seriedad?
Hall, al momento de la designaci?n de Canciller
Oraci?n del buen humor:
Conc?deme, Se?or, una buena digesti?n, y tambi?n algo que digerir.
Conc?deme la salud del cuerpo, con el buen humor necesario para mantenerla.
Dame, Se?or, un alma santa que sepa aprovechar lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante el pecado, sino que encuentre el modo de poner las cosas de nuevo en orden.
Conc?deme un alma que no conozca el aburrimiento, las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no permitas que sufra excesivamente por ese ser tan dominante que se llama: YO.
Dame, Se?or, el sentido del humor.
Conc?deme la gracia de comprender las bromas, para que conozca en la vida un poco de alegr?a y pueda comunic?rsela a los dem?s.
As? sea.
Beatificado por SS Le?n XIII el 29 de diciembre de 1886 y elevado a la santidad por el Papa P?o XII el 10 de febrero de 1935 ha de decirse que Sir Thomas no fue un perfecto jurista. Alguna vez mal aconsej? a Erasmo sobre un tema de cambio que le cost? sus buenos pesos. No fue un perfecto pol?tico, alguna vez durante un discurso fustig? duramente a Wolsey, el canciller saliente; Sir Thomas fue un hombre, un hombre que acert?, se equivoc?, sufri? y am?. Un hombre de carne y hueso cuyo m?rito fue vivir en, por y para Cristo; fue el santo de esa tan olvidada cuesti?n del ?deber de estado?; fue el buen pater romano pero elevado al plano sobrenatural por la Gracia de Dios. El hombre cuya vocaci?n se realiz? entre la caridad divina y la solidaridad humana.
Segundo de cuatro hijos naci? un 7 de febrero de 1478, en Londres, en el seno de una familia que hoy podr?amos llamar de clase media, o como ?l mismo la describiera ?honrada sin ser c?lebre? y no muy lejos de la casa natal de Thomas Becket. Su padre fue John Moro, caballero y juez y su madre Ana Granger. Inici? sus estudios en la escuela San Antonio de Threadneadle Street donde concret? el trivium de los estudios medievales (lat?n / ret?rica /l?gica).
Siguiendo una costumbre de la ?poca, aproximadamente a los doce a?os ingresa como pupilo en la casa del Arzobispo Juan Morton, Canciller de Enrique VII. De su estancia en el palacio de Lambeth recordar? en Utop?a que: ?su conversaci?n? (por Morton) ?era pulcra y exacta, sus conocimientos profundos, su capacidad no ten?a comparaci?n y su memoria admirablemente retentiva: sus aptitudes naturales hab?an sido mejoradas por sus estudios y por la pr?ctica?. Despu?s de su padre, el Arzobispo se convert?a en su gran maestro y amigo. De esta ?poca se presume su afici?n al teatro.
A los catorce (1492) contin?a sus estudios en Oxford por un par de a?os. Fue all? donde conoci? a Guillermo Grocyn, quien fue su director espiritual y seguramente quien lo inici? en el Griego. Por esos lares trab? amistad con Colet, Tunstall, Colt, Lily y otros pensadores que formar?an un movimiento humanista real, aunque variado en matices. En 1494 y por insistencia de su padre vuelve a Londres a estudiar leyes en el New Inn, escuela jur?dica menor dependiente de la Lincoln?s Inn, para pasar luego a esta.
Cuatro a?os se tom? en la Cartuja para probar su vocaci?n. La meditaci?n y mortificaci?n que entonces practicara ser?an para ?l prendas invaluables que lo acompa?ar?an por siempre. Profundizando el Common Law hallar? en la obra de Bracton De legibus et consuetudinibus Angliae y en la de Fortescue la base de su criterio jur?dico y pol?tico. En 1499 conoce a Erasmo con quien mantendr? una amistad enriquecedora. Alrededor de 1501 decide iniciar el Utter-Barrister (especie de pr?ctica para ejercer la abogac?a en todos los niveles). En 1504 es elegido diputado; contaba por entonces con veintisiete a?os.
En 1505 contrae matrimonio con Juana Colt a quien instruy? en m?sica y literatura. De este matrimonio tuvo cuatro hijos: Margarita, Isabel, Cecilia y Juan. Su mujer muere probablemente al dar a luz al ?ltimo hijo; en su epitafio Moro escribir? con una dulzura inusual para aquellos tiempos: ?Aqu? descansa Juana, la amada mujercita de Tom?s Moro? . Al tiempo vuelve a contraer matrimonio con Alicia Middleton, viuda, siete a?os mayor que ?l y con una hija: Alicia
En su casa conviven yernos, pupilos, un buf?n, varios sirvientes y hu?spedes; ejerciendo la profesi?n en Londres, Moro se especializa en derecho comercial y mar?timo: la Livery Companies y The Merchant Adventurers se convierten en sus principales clientes.
En 1510 es designado Under-Sheriff de Londres, funcionario con poderes administrativos y judiciales. Erasmo nos contar? que : ?nadie ha decidido m?s litigios que ?l, ni ha demostrado tampoco mayor honradez. Generalmente condona las costas con que se grava a las partes … Con esta forma se ha hecho muy querido en la ciudad?. Completa por entonces sus estudios cl?sicos bajo la tutor?a de Juan Colet. Un par de a?os m?s tarde ser?a designado embajador ad hoc para resolver problemas comerciales en Flandes o pol?ticos en Calais. En 1517, el 1ro de mayo se produce un gran tumulto contra los mercaderes extranjeros (The evil May-day) Moro lo sofoca con habilidad diplom?tica sin par. El joven rey Enrique que ya sent?a un inestimable aprecio por Thomas le reclama y hasta pr?cticamente lo conmina a ponerse a su servicio. El cursus honorum ser? tan r?pido como dram?tico: Consejero primero, Vice-tesorero de Exchequer, High Steward de Oxford, de Cambridge, Speaker ante los Comunes, Canciller de Lancaster.
Nombrado Canciller en 1529 defender?a como pudiera (junto a Thomas Abell) la posici?n de Catalina (por quien sent?a respeto y veneraci?n). Pero ya el incendio ha comenzado. En 1531 se rompe con la Iglesia de Roma por el ?Acta de Supremac?a?, en principio bajo la sutil f?rmula de: ?as far as the law of Christ allows? (dentro de los l?mites de la ley de Cristo) y en 1533 se agotar?n los eufemismos designando al rey ?Cabeza de la Iglesia de Inglaterra?. No se hizo esperar entonces el ?Acta de Sucesi?n? que declaraba ileg?timos a los hijos de Catalina (Mar?a Tudor), y ?nicos leg?timos a los de Ana