
Tratamiento Alopecia Femenina
Alopecia femenina
Con todos sus colores, estilos y variaciones, el cabello tiene un importante papel en la imagen y en la imaginación de las personas, tanto jóvenes como maduras, sean hombres o mujeres.
Usted no adivinaría por la publicidad que se hace para los productos que “fortalecen el pelo”, casi siempre orientados al varón, que más de dos terceras partes de las mujeres se enfrentan a problemas de caída del cabello en algún momento de su vida.
Muchas mujeres encuentran este problema muy alarmante, quizás más que los hombres. Además, la fisiología femenina es única y factores como los ciclos menstruales, los embarazos y la menopausia son particularmente importantes.
Para algunas mujeres la pérdida de cabello puede ser genética. Sin embargo, muchas de las causas de caída de pelo en las mujeres son tratables.
Ciertamente, en las mujeres el aspecto físico depende mucho del aspecto del pelo, y no es extraño que se gaste mucho dinero en peinados y productos capilares concebidos para dar al cabello un aspecto sano, lustroso y joven. Para muchas mujeres el pelo es signo de juventud y vitalidad.
Estructura del pelo
La porción externa del pelo, denominada tallo, es la parte del pelo que vemos y peinamos. Es un tejido realmente muerto, fabricado por los folículos pilosos, pequeñas estructuras con forma de saco, situadas en la profundidad del cuero cabelludo. Cada pelo se halla contenido dentro de un folículo.
La cabeza tiene un promedio de 100.000 pelos. En la base del folículo se encuentra la raíz, con forma oval, y que es el lugar responsable del crecimiento del pelo. En la porción inferior de la misma está la papila, que contiene los capilares sanguíneos que aportan riego sanguíneo a cada pelo.
A medida que el pelo crece, las células se mueven hacia la superficie de la piel y se convierten en una proteína llamada queratina, siendo reemplazadas por células nuevas. La queratina es la misma proteína que se encuentra en las uñas.
El tallo está compuesto por 3 capas: la cutícula, la corteza y la médula. La cutícula o capa externa consiste en pequeñas células conocidas como escamas. La cutícula sirve de estuche a la corteza, la porción más gruesa del tallo, compuesta por células dispuestas en forma de hojas de tabaco. La corteza alberga el pigmento que da al pelo su color. La médula está compuesta por células con forma de caja y se localiza en el centro. Los espacios entre las células de la médula influyen en la refracción de la luz y en el tono del pelo.
Glándulas y músculos
El pelo está lubricado por las secreciones grasas que provienen de las glándulas sebáceas, situadas a los lados de la mayoría de los folículos. Rodeando estas glándulas y al resto del folículo, existen grupos de músculos (arrector pili) que permiten que el pelo se nos erice o ponga de punta cuando nos asustamos o tenemos frío.
La cabeza tiene un promedio de 100.000 pelos. El pelo crece y se renueva regularmente. Es normal que se caigan entre 50 y 100 pelos cada día. Si no se tienen problemas, probablemente no se note esta pequeña pérdida.
El pelo crece cerca de 1 cm al mes, aunque dicho crecimiento disminuye a medida que envejecemos. Cada pelo permanece sobre la cabeza de dos a seis años, y durante la mayoría de este tiempo crece continuamente. Cuando el pelo se hace más viejo entra en una etapa de reposo en la que permanece sobre la cabeza, pero no crece. Al final de esta etapa el pelo se cae. Habitualmente, el folículo lo reemplaza a los seis meses.
Pero muchos factores pueden desorganizar este ciclo. El resultado puede ser que el pelo caiga más pronto o que no sea reemplazado. Normalmente un 90% del pelo se encuentra en una fase continua de crecimiento (anágeno) que dura entre 2 y 6 años. El 10% del pelo está en una fase de reposo, que dura unos 2-3 meses. Al final de la fase de reposo es normal que el cabello se caiga (fase telógena).
A medida que el pelo se cae es reemplazado por un nuevo cabello a partir del mismo folículo piloso, situado debajo de la piel. A lo largo de la vida de la persona no se forman nuevos folículos pilosos. Los rubios suelen tener más pelo (140.000 cabellos) que los morenos (105.000) o pelirrojos (90.000). A medida que envejecemos la tasa de crecimiento de pelo disminuye, produciéndose un adelgazamiento progresivo del cabello. Dado que el pelo está compuesto por proteínas (queratina) y este mismo material se encuentra también en las uñas, es esencial que todas las personas ingieran o coman una abundante cantidad de proteínas para mantener la producción de pelo. Las proteínas se encuentran en la carne, pollo, pescado, huevos, leche, queso, cereales, nueces y soja.
Alopecia androgenética. Es la causa más frecuente de caída de cabello. Está determinada por 3 factores: envejecimiento, hormonas y herencia.
La mayoría de las personas experimentan alguna pérdida de cabello a medida que envejecen. El resultado puede ser una calvicie parcial o total. Los hombres son mucho más propensos que las mujeres a la calvicie y a la pérdida de cabello cuando envejecen. La calvicie masculina produce una pérdida de pelo en un patrón muy característico que afecta a las entradas y al “techo de la cabeza”. Es típicamente genética.
Pero existe además una “calvicie femenina”, también hereditaria, que puede ocasionar una modesta o importante pérdida de pelo en las mujeres a medida que envejecen. La pérdida de cabello se hace aparente inicialmente entre los 25 y 30 años. En esta caída de cabello femenina los pelos son remplazados por cabellos cada vez más finos y cortos. Pueden llegar a convertirse incluso en transparentes.
Habitualmente, la pérdida de pelo es menos evidente que en los hombres. También el patrón o forma en la que se cae el pelo es diferente. La mayoría notan adelgazamiento y pérdida de pelo donde se separan el cabello y en techo de la cabeza, pero no tienen entradas. Se hereda tanto del padre como de la madre.
Cerca del 50% de mujeres que experimentan caída del cabello tienen “calvicie femenina”. En estos casos existe una abundancia de dihidrotestosterona, una hormona masculina, dentro del folículo piloso. La conversión de testosterona a DHT está regulada por un enzima, la 5-alfa-reductasa, en el cuero cabelludo. Con el tiempo, la acción de la DHT facilita que el folículo se degrade y que acorte su fase de crecimiento (anágena). Aunque el folículo está técnicamente vivo, crecerá cada vez más pequeño. Algunos folículos simplemente mueren, pero la mayoría se hacen más pequeños y más vellosos. Como la fase anágena continúa siendo muy corta, se caen más pelos y el cabello se va adelgazando progresivamente hasta que se vuelve tan fino que no puede resistir el peinado diario. La calvicie transforma un cabello largo, grueso y pigmentado en un cabello fino, más claro y velloso. Sin embargo, la glándula sebácea adherida al folículo sigue teniendo el mismo tamaño y continúa produciendo la misma cantidad de sebo. Cuando con un tratamiento médico (flutamida, ciproterona o espironolactona) se logra reducir las hormonas masculinas, las glándulas sebáceas se adelgazan y disminuyen su producción de grasa. En estos casos, la cantidad de hormona en el sebo es también menor, con lo que no se producirá tanto daño.
Parece existir además un factor inmunológico en la calvicie. Básicamente, el sistema inmune comienza a tomar como blanco los folículos pilosos en las áreas de alopecia. La elevación en las hormonas masculinas (DHT) durante la pubertad inicia este proceso.
Gran variedad de factores pueden ocasionar pérdida de pelo, frecuentemente transitoria, en las mujeres.
Pastillas anticonceptivas
Las pastillas anticonceptivas contienen dos ingredientes, un estrógeno sintético y un progestágeno. Las mujeres a las que se les cae el pelo mientras toman anticonceptivos orales están predispuestas por herencia a un adelgazamiento progresivo del cabello. Esto puede acelerarse por los efectos de la hormona masculina que poseen algunos progestágenos. Si ocurre, es aconsejable el cambio a otras pastillas anticonceptivas. También, cuando una mujer deja de usar determinados anticonceptivos orales, puede notar, 2-3 meses después, que su pelo se cae. Esta caída dura unos 6 meses y usualmente cesa. Sería similar a la caída del pelo tras el parto.
Anemia ferropénica
La falta de hierro produce caída del pelo tanto en los hombres como en las mujeres. Sin embargo, en las mujeres este problema es más frecuente, particularmente en aquellas que tienen reglas largas o abundantes. La falta de hierro se detecta con análisis y se corrige fácilmente con el tratamiento médico.
Dieta
Una dieta pobre en proteínas puede ocasionar asimismo pérdida de pelo, como también la ingesta pobre en hierro. Los vegetarianos, las personas que hacen dietas pobres en proteínas y los pacientes con anorexia nerviosa pueden presentar una nutrición proteica deficiente. Cuando esto ocurre, el organismo ayuda a conservar las proteínas del sujeto, desviando los cabellos en crecimiento hacia la fase de reposo, con lo que estas personas observan una caída masiva de cabello unos 3 meses más tarde. Tras tirar el pelo, el cabello sale fácilmente con raíz. Este proceso es reversible con el tratamiento médico, que requiere la ingesta de una cantidad adecuada de proteínas.
Post-parto
Algunas mujeres pierden grandes cantidades de pelo a los 2-3 meses del parto. Cuando una mujer da a luz muchos pelos entran en la fase de reposo del ciclo pilar. A los 2-3 meses del parto, comienza a observar que al peinarse un